Doña María Adriana Padilla Anguita, nació en la ciudad de los Ángeles el 22 de Noviembre de 1865. Era hija de José Enrique Padilla y doña Carmen Anguita Arriagada.
Contrajo matrimonio en la ciudad de “Los Ángeles”, el 12 de Noviembre de 1887 con don Felipe Anguita, hijo de José María Anguita y Cayetana Canifuch. Felipe Anguita había nacido en Yumbel en 1853.
Esta unión fue corta, dado el inesperado fallecimiento de su marido, Felipe Anguita. Sin embargo, se tiene registro del nacimiento de un hijo, “Alberto Tulio Anguita Padilla”, quien murió a corta edad.
Viuda muy joven, y habiendo perdido a su único hijo, vuelve a contraer matrimonio, esta vez con don Genaro Arriagada García. La unión se realizó en la ciudad de los Ángeles, el día 6 de marzo de 1891.
Don Genaro había nacido en “Los Ángeles” en 1865 y era hijo de don Gregorio Arriagada Beltrán, originario de Rere y doña María Cruz García. Miembro de una familia extensa, dentro de sus hermanos se encontraban Adolfo; Ricardo; Abel; Antonio; Maximiliano; Federico; Amalia; Helmira; Elena; David; Gonzalo Primero y Gonzalo Segundo.
De profesión abogado, había obtenido su titulo en la Universidad de Chile en 1887. Don Genaro se establece y ejerce el derecho en la ciudad de Los Ángeles. Como labor complementaria a su profesión, adquiere junto a su mujer, diversos terrenos en la zona. Dentro de estos, se puede nombrar entre otros el Fundo Coreo, adquirido en 1890 en la Subdelegación del mismo nombre, colindante con el rio Duqueco, en la cuenca del Bio Bio.
Doña María Adriana mantenía una gran cercanía con su hermana Mercedes Padilla Anguita y su marido don Roberto Badilla. Por su parte, por las escrituras existentes de la época, se puede afirmar que don Genaro Arriagada actuaba activamente como asesor legal y abogado personal de Roberto Badilla, en gran parte de los negocios que este último mantenía en la región.
Esta amistad se encuentra refrendada en el testamento de Roberto Badilla, y quien al morir le donó a doña María Adriana algunas propiedades en la ciudad de Los Ángeles.
Doña María Adriana Padilla Anguita testó en la ciudad de Santiago, ante el Notario Público Abraham del Rio, el 26 de Noviembre de 1902.
En su testamento deja como heredero universal a su marido, Genaro Arriagada, y en caso que su marido haya fallecido antes, entonces nombra herederos universales en partes iguales a sus hermanos Tulio y Carlos Padilla Anguita. Dentro de este testamento, le impone la obligación de los siguientes legados.
Contrajo matrimonio en la ciudad de “Los Ángeles”, el 12 de Noviembre de 1887 con don Felipe Anguita, hijo de José María Anguita y Cayetana Canifuch. Felipe Anguita había nacido en Yumbel en 1853.
Esta unión fue corta, dado el inesperado fallecimiento de su marido, Felipe Anguita. Sin embargo, se tiene registro del nacimiento de un hijo, “Alberto Tulio Anguita Padilla”, quien murió a corta edad.
Viuda muy joven, y habiendo perdido a su único hijo, vuelve a contraer matrimonio, esta vez con don Genaro Arriagada García. La unión se realizó en la ciudad de los Ángeles, el día 6 de marzo de 1891.
Don Genaro había nacido en “Los Ángeles” en 1865 y era hijo de don Gregorio Arriagada Beltrán, originario de Rere y doña María Cruz García. Miembro de una familia extensa, dentro de sus hermanos se encontraban Adolfo; Ricardo; Abel; Antonio; Maximiliano; Federico; Amalia; Helmira; Elena; David; Gonzalo Primero y Gonzalo Segundo.
De profesión abogado, había obtenido su titulo en la Universidad de Chile en 1887. Don Genaro se establece y ejerce el derecho en la ciudad de Los Ángeles. Como labor complementaria a su profesión, adquiere junto a su mujer, diversos terrenos en la zona. Dentro de estos, se puede nombrar entre otros el Fundo Coreo, adquirido en 1890 en la Subdelegación del mismo nombre, colindante con el rio Duqueco, en la cuenca del Bio Bio.
Doña María Adriana mantenía una gran cercanía con su hermana Mercedes Padilla Anguita y su marido don Roberto Badilla. Por su parte, por las escrituras existentes de la época, se puede afirmar que don Genaro Arriagada actuaba activamente como asesor legal y abogado personal de Roberto Badilla, en gran parte de los negocios que este último mantenía en la región.
Esta amistad se encuentra refrendada en el testamento de Roberto Badilla, y quien al morir le donó a doña María Adriana algunas propiedades en la ciudad de Los Ángeles.
Doña María Adriana Padilla Anguita testó en la ciudad de Santiago, ante el Notario Público Abraham del Rio, el 26 de Noviembre de 1902.
En su testamento deja como heredero universal a su marido, Genaro Arriagada, y en caso que su marido haya fallecido antes, entonces nombra herederos universales en partes iguales a sus hermanos Tulio y Carlos Padilla Anguita. Dentro de este testamento, le impone la obligación de los siguientes legados.
- En primer término expresa su deseo de entregarle a su querida hermana, Mercedes Padilla, los aros de brillantes, los cuales después deberán pasar a sus sobrinas, Mercedes y Aurora Badilla Padilla.
- Le entrega el piano de su propiedad a las hijas solteras de su hermano Carlos Padilla Anguita, con la prohibición de venderlo.
- A sus sirvientas Francisca y Rosalía Leiva, dos vacas paridas a cada una.
- Invertirá 2.000 pesos en una sepultura de familia en el cementerio general de Los Ángeles, donde descansarán sus restos, los de su hijo Alberto, su madre, su marido, hermanos y sus descendientes.
- A su sobrina política Eulogia Arriagada, le entrega 1.000 pesos.
- Indica que a la muerte de su marido, deberá legar 10.000 pesos a su sobrino Diego Padilla de la Maza. Esta suma se invertirá en letras de a Caja Hipotecaria retiradas de la circulación.
- Entrega 6.000 pesos a las hijas de su hermano Carlos Padilla Anguita.
- Entrega otros 6.000 pesos a las hijas de su hermano Carlos, para la adquisición de una casa, la que podrán gravar y enajenar únicamente para comprar otra propiedad. Solo podrán repartir el valor de la propiedad, cuando haya fallecido la última de ellas soltera.
Doña María Adriana Padilla Anguita, fallece en la ciudad de Los Ángeles en 1907. Sus restos se encuentran en el cementerio general de dicha ciudad.