viernes, 16 de octubre de 2009

José de Abos Padilla y González de Mendoza

Don José de Abos y Padilla y González de Mendoza, nació en la ciudad de Lima. Hijo de don Nicolás de Abos Padilla y Escobedo y de doña María Mercedes González de Mendoza., contrajo matrimonio con doña Francisca de Borja Pacheco y Arredondo, nacida en Maipo, hija legítima de don Agustín de Borja Pacheco y doña Micaela Arredondo de la Barrera.
A diferencia de su hermano don Nicolás Valeriano, militar de carrera, don José cumplió funciones dentro de la administración colonial, siendo en 1798 (archivo de la Real Audiencia, Vol. 351), escribano de su Majestad para la Hacienda y Registro de la Corona en la ciudad de Concepción y posteriormente, en 1811, Notario Público de Concepción.
Del matrimonio de don José Abos Padilla y doña Francisca de Borja Pacheco, tenemos registrada la siguiente descendencia:
  • María Josefa de Abos Padilla y Pacheco, nacida en la ciudad de Concepción y casada con el capitán don Juan Antonio Olmos de Aguilera, también oriundo de la ciudad de Concepción.

  • Rita de Abos Padilla y Pacheco, nacida en la ciudad de Concepción en el año de 1782 y fallecida en Maipo en 1832.

  • Micaela de Abos Padilla y Pacheco, nacida en la ciudad de Concepción y casada con su primo, don José Dolores Contreras y Pacheco.

  • Jorge de Abos Padilla y Pacheco, casado con Antonia Gómez, ambos vecinos de la ciudad de Concepción.
Dentro de las historias de la época, hemos recogida la siguiente, donde por el cargo que ostentaba don José, tuvo que participar en un “terrible episodio de nuestros anales marítimos", tal como lo denominó Benjamín Vicuña Mackenna. En los siguientes dos párrafos, se resume esta dramática historia:
En diciembre de 1804, el barco negrero español “La Prueba”, con una tripulación de 35 hombres al mando del capitán Benito Cerreño, zarpa desde Valparaíso a el Callao, con un cargamento de más de setenta esclavos (20 hombres y el resto mujeres y niños) para ser vendidos en la ciudad de Lima. En plena travesía, el 27 de diciembre, estalló una rebelión de los prisioneros, al mando de Babo, un jefe de una tribu senegalesa y su hijo Mure, quienes apuñalan y posteriormente lanzan al agua a 18 españoles. Una vez que se apoderan del barco, le indican al capitán que debe dirigirse a un país gobernado por negros, querían volver a África. Cuarenta días después (febrero de 1805), llegan hasta la isla Santa María. Al entrar en la bahía, se encuentran con el buque lobero norteamericano “la Perseverance” bajo el mando del capitán Amasa Delano.
Estando permanentemente vigilado, en un momento de descuido, Cerreño pidió auxilio a gritos y se lanzó al agua para nadar hacia “La Perseverance”. Conocidos los hechos, el capitán Delano, decide atacar al buque español. Después de varias horas de combate, “La Prueba” fue capturada y entregada a las autoridades españolas de Talcahuano. La mayoría de los africanos murieron o quedaron gravemente heridos en el combate. En el juicio criminal, conducido por el abogado de la Intendencia de Concepción, don Juan Martínez de Rozas, fueron procesados y condenados a muerte ocho esclavos, Mure entre ellos. La sentencia se cumplió a fines del mes de marzo. Las mujeres y los niños sobrevivientes fueron enviados a Lima y vendidos en el mercado de esclavos.


Dibujo de Amasa Delano

Los hechos relatados anteriormente fueron descritos por el capitán Delano en “Travels and Voyages in the Southern and Northern Hemispheres, Boston 1817, capítulo 18”, texto que se encuentra liberado y del cual extraemos como muestra, la página 332. Durante el juicio que se llevó a cabo en la época, don José tuvo una participación importante en su calidad de escribano.

De este relato, Herman Melville (1819-1891) extrae los antecedentes y la base del argumento de “Benito Cereno”, una de sus novelas más conocidas, junto a Moby Dick.


Don José Abos Padilla falleció en los albores de la independencia de Chile, y nos ha dejado como legado una enorme descendencia.

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